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Aftas

Definición de Aftas

Las aftas son lesiones pequeñas y superficiales que se desarrollan en los tejidos blandos de la boca o en la base de las encías. A diferencia de las úlceras bucales, las aftas no se producen en la superficie de los labios ni son contagiosas. Pueden ser dolorosas y dificultar la ingesta de alimentos y el habla.

La mayoría de las aftas desaparecen por sí solas en una semana o dos.

Síntomas de Aftas

La mayoría de las aftas son redondas y ovaladas con un centro blanco o amarillo y borde rojo. Se forman adentro de la boca: en o debajo de la lengua, en el interior de las mejillas o labios, en la base de las encías o en el paladar blando.

 Síntomas

Podrías notar una sensación de hormigueo o ardor un par de días antes de que aparezcan.

 

Existen varios tipos de aftas, estos incluyen menores, mayores y herpetiformes.

Tipos

¿Cuándo buscar a un especialista? (Signos de Alarma)

Consulta con tu médico si experimentas:

  • Grandes aftas (inusualmente).
  • Aftas recurrentes: con nuevas desarrollándose antes de que las antiguas sanen.
  • Aftas persistentes: que duran 3 semanas o más.
  • Aftas que se extienden en los propios labios.
  • Dolor que no se puede controlar con medidas de cuidado personal.
  • Dificultad extrema para comer o beber.
  • Fiebre alta (que aparece en conjunto con las aftas).

Consulta con tu dentista si tienes dientes afilados o aparatos dentales que podrían desencadenar el dolor.

Causas de Aftas

Se desconoce la causa exacta de las aftas. No obstante, algunos estudios médicos señalan que una combinación de varios factores contribuyen con su brote.

Los posibles desencadenantes de aftas incluyen:

  • Una lesión menor en la boca: un trabajo dental, cepillado en exceso, accidente deportivo, alimentos ácidos o picantes o una mordedura accidental en la lengua, labio o mejilla (interiormente).
  • Pastas de dientes o enjuagues bucales que contienen lauril sulfato de sodio (detergente que se puede encontrar en algunos productos de cuidado personal).
  • Sensibilidad a los alimentos, en particular a chocolate, café, fresas, huevos, nueces, queso y alimentos muy ácidos (como la piña).
  • Una dieta carente de vitamina B-12, zinc, ácido fólico, o hierro*.

* Si tu dieta carece de estos nutrientes, también podrías tener Anemia. Si quieres saber qué comer para evitar ambos problemas, dale clic aquí.

  • Reacción alérgica a ciertas bacterias en la boca.
  • Helicobacter pylori: que es la misma bacteria que causa úlceras en el estómago.
  • Cambios hormonales durante la menstruación.
  • Estrés emocional.

También pueden ocurrir debido a ciertas condiciones y enfermedades como:

  • Enfermedad celíaca: grave trastorno intestinal causado por sensibilidad al gluten (proteína que se encuentra en el trigo y los granos).
  • Enfermedades inflamatorias del intestino: como la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
  • Enfermedad de Behçet: trastorno poco común que causa inflamación en todo el cuerpo, incluyendo la boca.
  • Sistema inmune defectuoso: que ataca a células sanas de la boca en lugar de virus y bacterias.
  • VIH/SIDA: suprime el sistema inmunológico.

Factores de riesgo

Todos pueden desarrollar aftas, pero estos factores te hacen más susceptibles:

  • Ser mujer.
  • Antecedentes familiares: aproximadamente un tercio de las personas que sufren de aftas tienen historia familiar de estas.

La Cita Médica

Información para reunir con antelación:

  • Anota tus síntomas, cuándo comenzaron y cómo pueden haber cambiado/empeorado con el tiempo.
  • Haz una lista de todos los medicamentos que tomas, así como también cualquier tipo de vitamina o suplemento.
  • Escribe tu historial médico, incluyendo cualquier otra condición médica.
  • Anota tu información personal clave, incluyendo cualquier cambio reciente o factores estresantes/emocionales de tu vida.
  • Anota las preguntas que te gustaría hacerle a tu médico (para que no te olvides de ninguna).

Estas son algunas preguntas básicas para preguntarle a tu médico:

  • ¿Tengo un afta?
  • ¿Qué factores pueden haber contribuido con su desarrollo?
  • ¿Necesito alguna prueba?
  • ¿Qué enfoques de tratamientos, si los hay, me recomiendas?
  • ¿Qué medidas de autocuidado puedo tomar para aliviar mis síntomas?
  • ¿Hay algo que pueda hacer para acelerar mi recuperación?
  • ¿En cuánto tiempo, se puede esperar, que mis síntomas mejoren?
  • ¿Hay algo que pueda hacer para prevenir una recurrencia?

Probablemente, tu médico te preguntará lo siguiente:

  • ¿Cuáles son tus síntomas?
  • ¿Cuándo notaste por primera vez esos síntomas?
  • ¿Qué tan grave es el dolor?
  • ¿Has tenido aftas parecidas en el pasado? De ser así, ¿Has notado qué parece desencadenarlas?
  • ¿Has recibido algún tratamiento para ellas en el pasado? De ser así, ¿Cuál fue más eficaz?
  • ¿Has tenido algún trabajo dental recientemente?
  • ¿Has experimentado estrés significativo o grandes cambios en tu vida últimamente?
  • ¿Cuál es tu típica dieta diaria?
  • ¿Has sido diagnosticado/a con cualquier otra condición médica?
  • ¿Qué medicamentos estás tomando, incluyendo con y sin receta médica, vitaminas, hierbas y otros suplementos?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de aftas?

Pruebas y Diagnóstico

Las pruebas de diagnóstico no son necesarias en el caso de las las aftas. Tu médico o dentista pueden identificarlas con un examen visual. En algunos casos, es posible que tengas que realizarte pruebas para detectar o descartar otros problemas de salud.

Tratamientos y Medicinas

Generalmente, no se necesita tratamiento para las aftas menores, las cuales tienden a desaparecer por su cuenta en una semana o dos. Pero las aftas grandes y persistentes requieren de atención médica. Los tratamientos van desde enjuagues bucales y ungüentos tópicos, hasta los corticosteroides sistémicos para los casos más severos.

  • Enjuagues bucales: si tienes varias aftas, el médico te puede prescribir un enjuague bucal con un esteroide llamado dexametasona para reducir el dolor y la inflamación.
  • Suspensiones orales de antibiótico: con tetraciclina, también pueden reducir el dolor y el tiempo de curación; sin embargo, también podría producir efectos secundarios como decoloración permanente de dientes en niños y aumentar el riesgo de sufrir candidiasis oral (infección por hongos en la boca).
  • Ungüentos tópicos: que contengan ingredientes activos como la benzocaína, amlexanox y fluocinonida que pueden ayudar a aliviar el dolor y acelerar la curación.
  • Medicamentos orales: no específicamente para tratar aftas, como la cimetidina para tratar la acidez y la colchicina para tratar la gota; pueden ser eficientes para tratar las aftas. Tu médico te puede prescribir medicamentos orales con esteroides (cuando las aftas no responden a los otros tratamientos), pero por sus efectos secundarios, son considerados como último recurso.
  • Cauterización de aftas: por medio de un producto químico para quemar, cerrar o destruir el tejido.
  • Suplementos nutricionales: si es que estás consumiendo una cantidad insuficiente de ácido fólico, vitamina B6, vitamina B12 o zinc.

Estilo de Vida y Remedios Caseros

Para ayudar a aliviar el dolor y acelerar la curación:

 Estilo

Prevención

Las aftas suelen ser recurrentes (vuelven a aparecer); no obstante, puedes reducir su frecuencia siguiendo estos consejos:

  • Cuida lo que comes: evita alimentos que irriten tu boca, estos pueden incluir: frutos secos, papas fritas, alimentos picantes, algunos condimentos, alimentos salados y frutas ácidas.
  • Elige alimentos saludables: come muchas frutas, verduras y granos enteros.
  • Sigue buenos hábitos de higiene oral: cepíllate después de las comidas y usa hilo dental.
  • No mastiques y hables al mismo tiempo: podría causar un trauma (herida) menor al revestimiento de la boca.
  • Protege tu boca: si usas frenillos (brackets) u otros aparatos dentales, pregúntale a tu dentista qué puedes hacer para cubrir los bordes afilados.
  • Reduce el estrés.